Muchas
personas me han comentado que desean tener un rato de silencio y oración pero
no disponen de tiempo, lugar y de muchas
otras cosas más.
Es muy
interesante vivir la experiencia del silencio y la soledad en medio de nuestro
barrio, entre las cumbias y alegrías de las familias reunidas, por lo que les invitamos
a un tiempo de adoración, de silencio, de oración, en nuestra capillita y
patio.
Dios se hace
presente en medio de la vorágine y el ruido si hay paz, alegría y deseo de
encuentro en el corazón.
Les esperamos
este domingo y todos los terceros domingos de cada mes, en nuestro querido
Centro Pastoral Santa María de Guadalupe.